
La propuesta educativa se caracteriza por el estilo de convivencia que nos permite descubrir el sentido de la norma y de los acuerdos.
Le damos importancia a que éstos sean respetados, ya que todos somos depositarios de derechos y deberes, valorando el diálogo y la mediación como vías privilegiadas para la resolución de conflictos.
La presencia de Acuerdos que trabajamos es siguiendo la idea de que un Reglamento de Disciplina difiere mucho de un Acuerdo de Convivencia. El producto final de este trabajo es el resultado del aporte de todos los actores involucrados (alumnos, padres, docentes) en esta comunidad educativa, alcanzando un Acuerdo que propone una filosofía de convivencia más que una prescripción de reglas de disciplina.
Lo sustentan los valores como el de la solidaridad, el compromiso, el respeto por los pares, los docentes, los símbolos patrios, la diversidad cultural, el respeto por la institución, la tolerancia, etc. Admás, algunas normas consensuadas que nos permitan funcionar como institución en un marco de orden y disciplina, como contracara de un régimen punitivo.
El proceso de construcción de los Acuerdos ha estado guiado por tres fundamentos claves que surgen del proceso global de gestión democrática. El primero relacionado con la toma de conciencia de los procesos grupales y situaciones conflictivas; el segundo referido a la creación de normas, consecuencias y protocolos de intervención para asegurar su cumplimiento. Y, el último, relacionado con las medidas preventivas.